Hľadaný výraz: Mt 26,36-46; Mk 14,32-42; Lk 22,39-46; Jn 18,1; Jn 12,27, Preklad: Španielský - Reina Valera, Počet výsledkov: 5
36 Entonces llegó Jesús con ellos á la aldea que se llama Gethsemaní, y dice á sus discípulos: Sentaos aquí, hasta que vaya allí y ore. 37 Y tomando á Pedro, y á los dos hijos de Zebedeo, comenzó á entristecerse y á angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; empero no como yo quiero, sino como tú. 40 Y vino á sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo á Pedro: ¿Así no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad está presto, mas la carne enferma. 42 Otra vez fué, segunda vez, y oró diciendo. Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. 43 Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados. 44 Y dejándolos fuése de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45 Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado.

32 Y vienen al lugar que se llama Gethsemaní, y dice á sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. 33 Y toma consigo á Pedro y á Jacobo y á Juan, y comenzó á atemorizarse, y á angustiarse. 34 Y les dice: Está muy triste mi alma, hasta la muerte: esperad aquí y velad. 35 Y yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oro que si fuese posible, pasase de él aquella hora, 36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son á ti posibles: traspasa de mí este vaso; empero no lo que yo quiero, sino lo que tú. 37 Y vino y los halló durmiendo; y dice á Pedro: ¿Simón, duermes? ¿No has podido velar una hora? 38 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad es presto, mas la carne enferma. 39 Y volviéndose á ir, oró, y dijo las mismas palabras. 40 Y vuelto, los halló otra vez durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados; y no sabían qué responderle. 41 Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya y descansad: basta, la hora es venida; he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levantaos, vamos: he aquí, el que me entrega está cerca.

39 Y saliendo, se fué, como solía, al monte de las Olivas; y sus discípulos también le siguieron. 40 Y como llegó á aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 41 Y él se apartó de ellos como un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42 Diciendo: Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; empero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y le apareció un ángel del cielo confortándole. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente: y fué su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. 45 Y como se levantó de la oración, y vino á sus discípulos, hallólos durmiendo de tristeza; 46 Y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad que no entréis en tentación.

1 COMO Jesús hubo dicho estas cosas, salióse con sus discípulos tras el arroyo de Cedrón, donde estaba un huerto, en el cual entró Jesús y sus discípulos.

27 Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora. Mas por esto he venido en esta hora.

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